Ángela de la Cruz Guerrero González

Santa Ángela de la Cruz Guerrero González nace en un hogar sevillano el 30 de enero de 1846, hija de un cardador y una costurera, en el que, a causa de la mortandad infantil de la época, mueren ocho de sus catorce hermanos. Desde muy pequeña no sólo echaba una mano a su madre sino que además se ve forzada a trabajar en un taller de calzado.

Con 19 años, tras ver a su alrededor los estragos causados por la epidemia de cólera decide profesar como religiosa. Las carmelitas descalzas no la admiten como hermana lega debido a la debilidad de su complexión. Persiste en su empeño de ser monja, aunque sea fuera del convento. Por esto, en 1871 promete vivir los consejos evangélicos y dos años más tarde emite sus votos perpetuos fuera del claustro y ante su confesor.

Sor Ángela no desecha la idea de crear la denominada Compañía de la Cruz para "ser pobre con los pobres". En 1875, en unión de Josefa de la Peña, terciaria franciscana y de Juana María Castro y Juana Magadán pone en marcha la empresa. De una pequeña sala con derecho a cocina en la calle San Luis pasan a otra casa en la calle Hombre de Piedra. Los sevillanos, reconociendo su labor de servicio a los necesitados comienzan a llamarla "madre Angelita" y el arzobispo de Sevilla Marcelo Spínola firma la constitución de la Orden en 1876.

Murió el 2 de marzo de 1932 tras haber perdido el habla hacía ocho meses. Ese mismo día, el Ayuntamiento republicano de Sevilla celebró sesión extraordinaria acordando dedicar una calle a Sor Ángela como homenaje de la ciudad de Sevilla. El 5 de noviembre de 1982 fue beatificada por Juan Pablo II en Sevilla, proclamándola Santa el 4 de mayo de 2003.

El contenido de esta biografía incorpora material del libro Los andaluces del siglo XX de la colección Arca del Ateneo, escrita por Jesús Cabrera Jiménez.