Ateneo de Córdoba. Calle Rodríguez Sánchez, número 7 (Hermandades del Trabajo).
PRÓXIMOS ACTOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
Nueva Junta Junta Directiva del Ateneo de Córdoba
Marzo , 1a.quincena. Conferencia de JUAN ORTIZ VILLALBA. " LA MASONERÍA EN CÓRDOBA ". (Presenta José Luis García Clavero).
Jueves 11 de abril. Conferencia de DESIDERIO VAQUERIZO." LOS ORIGENES DE CÓRDOBA". (Presenta J.L.G.C).
Finales de abril, primera semana de mayo. Proyección del documental "MONTE HORQUERA" de FERNANDO PENCO, galardonado en diversos Festivales internacionales (Italia, India, Holanda etc,)
Lunes 11 de Mayo. Conferencia de MANUEL VACAS." LA GUERRA CIVIL EN EL NORTE DE LA PROVINCIA DE CÓRDOBA.LAS BATALLAS DE POZOBLANCO Y PEÑARROYA- VALSEQUILLO". (Presenta Antonio BARRAGÁN).Todos los actos en la Sede del Ateneo.
CONVOCADOS LOS PREMIOS DEL ATENEO DE CÓRDOBA
XI Premio de Relato Rafael Mir.
XXXIX Premio de Poesía Juan Bernier.
IX Premio Agustín Gómez de Flamenco Ateneo de Córdoba.
Fallo de las Fiambreras de Plata 2023, relación de homenajeados aquí.
¡Ayúdanos! | → | Envíanos tus imágenes | Estamos en Facebook. Visítenos |
Ibn Tumart
Abu Abd Allah Muhammad Ibn Tumart (c. 1080 - 1128), fue el líder religioso de la tribu bereber Masmuda y el fundador del movimiento religioso de los almohades, que dominaría la región de al-Ándalus en la Península Ibérica.
Orígenes
Ibn Tumart era miembro de la tribu bereber Masmuda, en la Cordillera del Atlas. El nombre Tumart, que llevaba su padre, es el diminutivo bereber del nombre árabe `Umar u Omar. Hijo de uno de los encargados de encender las lamparillas de una mezquita, y notado por su piedad desde la juventud, sería un muchacho pequeño y formado que vivía como un mendigo devoto. Pasó un año a estudiar los escritos de teólogos como Ibn Hazm (994-1064) en Córdoba. Después hizo la peregrinación a La Meca, de donde fue expulsado por sus críticas feroces a la relajación de otros y fue para Bagdad, donde se adhirió a una escuela ortodoxa.
Pero construyó él aún un sistema propio, combinando las enseñanzas de su maestro con el misticismo y partes de las doctrinas de otros, centrado en el unitarismo y que representaba una revuelta contra lo que en su opinión sería el antropomorfismo de Alá en la ortodoxia musulmana.
Creación del movimiento Almohade
Después de su regreso a Marruecos, con la edad de 28 años, comenzó a predicar contra los principios religiosos de la interpretación personal, aceptando sólo la tradición (sunní) y el consenso (ijma). Lideró ataques a los comerciantes de bebidas alcohólicas y a otras manifestaciones de heterodoxia. Habría llegado a atacar a la hermana del emir almorávide Ali ibn Yusuf, en las calles de Fez, por salir esta sin velo a la calle.
Ali ibn Yusuf llegó a convocar un debate teológico en la ciudad, convocando a Ibn Tumart. En la conclusiones de este debate fue declarado que los puntos de vista de este eran demasiado radicales. Ibn Tumart fue condenado a prisión pero el emir permitió que se escapara.
Después se le expulso de otras ciudades por sus demostraciones de celo religioso, Ibn Tumart se refugió junto a su pueblo, los Masmuda, en la cordillera del Atlas. Fundó el movimiento de los almohades, se autoproclamó mahdi (el guiado, profeta redentor del islam) y exhortó a todos los musulmanes, especialmente a los de la Península Ibérica, a retornar a los orígenes de su fe, el Corán. La aceptación de sus ideas fue ayudada por el descontento generado por el fracaso de los almorávides en parar la Reconquista en la Península Ibérica.
El mahdi era considerado impecable e infalible, ejerciendo una autoridad que nadie contestaba. Las tribus obedecían una jerarquía, siendo los primeros de esta orden los Hargha, de Ibn Tumart. La propia sociedad era jerarquizada y la práctica de los ritos religiosos era obligatoria.
En el 1125 comenzó una rebelión abierta contra el poder almorávide. Estos atacaron Tinmel, la base de Ibn Tumart, pero fueron repelidos. Después fue la oportunidad de los almohades que cercaron Marrakech.
A pesar de morir tres años después, tras una grave derrota frente a sus enemigos, el movimiento de Ibn Tumart continuó. Liderados por Zayd Abu Zayd, que por dos años mantuvo su muerte en secreto, vendrían a vencer la lucha por el poder en el norte de África y en la Península Ibérica musulmana.