Minera

Se trata de la modalidad de taranto o taranta, surgida de la interpretación que el Rojo el Alpargatero hacía de dichos cantes.

Hay quien atribuye al Rojo el Alpargatero la creación, a partir de los cantes de la madrugá, de toda la gama de los cantes mineros. Pero ésta es sólo una forma más de idealizar las cosas. En este grupo de cantes, como en todos, se da el resultado de todo un proceso en el que se pone de manifiesto la labor creadora de muchos cantaores al mismo tiempo. Y en cuanto a la minera en particular se refiere, hay que decir que se trata del más momificado de los cantes de este grupo. Esto se debe en gran parte a que en torno a ella se ha montado todo un festival-concurso veraniego que se viene ya celebrando, entre publicidad y subvenciones, casi cincuenta años seguidos. Su dirección y montaje corre a cargo de un grupo de señores entre los que se cuenta más de uno que, pese a sentir gran interés por estos cantes de la tierra, ni siquiera gusta del flamenco en general. Y así las cosas, suelen premiarse en dicho concurso al cantaor -por muy mediocre que sea- que haga la minera calcada de la que El Rojo hacía, dicen, allá por los años 1890. Y si alguno llega -que siempre los hay- con pretensiones renovadoras, el jurado de turno no suele hacerle el menor caso.

Trátase, sin embargo, de un estilo minero de particular belleza y de parecidas posibilidades a las señaladas para tarantos y tarantas.

Fuente

• Andrés Salom (Didáctica del cante jondo. Ediciones 23-27. Murcia, 1976)