Rafael Gago Jiménez

Rafael Gago Jiménez. Nace en Granada en 1897, hijo del notario, poeta y escritor Rafael Gago Palomo perteneciente éste al castizo grupo literario “La Cofradía del Avellano”, de la ciudad Nazarí, donde compartía sus inquietudes linguísticas con personajes como: Ángel Ganivet, Francisco Villaespesa o Federico García Lorca. Hereda Rafael de su progenitor el amor por las letras, profesionalizándose como periodista.

En Córdoba

Llegó a Córdoba al final de los años veinte para ingresar en el diario La Voz, posteriormente trabajó en Azul y Diario Córdoba hasta su jubilación. Durante más de treinta años mantuvo diariamente de una forma ininterrumpidamente, la columna sobre temas cordobeses de gran aceptación, titulada “Postal del Día”; columna imprescindible para conocer la vida cotidiana de la ciudad en sus intríngulis, hechos y personajes. Destacaba en esta sección sus “Observaciones Domingueras” y sus “Paseos por Córdoba” publicados los domingos. Escribió su popular columna hasta diez días antes de su muerte, acaecida el 21 de diciembre de 1974.

Miembro de la Real Academia y de la Asociación de la Prensa de Córdoba, lleva su nombre una calle titulada Calle Periodista Gago Jiménez.

Testimonios

Su compañero y amigo José Luis Sánchez Garrido le dedicaba estas letras en el Diario Córdoba de fecha 22 de diciembre de 1974. .... Rafael Gago rehuía todo homenaje. Era un hombre sencillo, humilde, modesto, bueno que no buscó los elogios de su pluma, incluso exponía con la mayor objetividad aquellos valores dudosamente contrastados, quedando él siempre en la oscuridad del semianónimo de su firma R.G., sin desear nada para si, dándose por satisfecho con el deber cumplido y orgulloso de su condición de periodista, que sólo fue eso, sin pretender ser ninguna otra cosa. Él, que pudo ser muchas cosas más…'

El colaborador del Diario Córdoba Antonio Bejarano Nieto en sus crónicas sobre la Historia del Ayuntamiento de Córdoba expone estas letras sobre Rafael Gago.

Publicaba el diario Córdoba en sus Notas de Sociedad del martes de 15 julio de 1930, la siguiente noticia: "Han firmado sus esponsales la bella señorita Rafaela Alvariño Lachica y nuestro estimado compañero el redactor jefe de la Voz. Rafael Gago Jiménez. La boda se celebrará en breve". Tal acontecimiento familiar del inolvidable granadino de nacimiento y cordobés de adopción, cabe en la historia del Ayuntamiento de Córdoba porque, sin duda alguna, fue Gago un gran hombre de la pluma que amó profundamente a la capita cordobesa y aplicó su talento en la tarea periodística a cuantos temas municipales, de interés para nuestra ciudad, llamaran su atención. Sin olvidar, claro es, lo que luchó para llevar a las páginas de la prensa local una marcada muestra de inquietud por la conservación del acervo histórico y artístico de Córdoba y de sus populares costumbres y tradiciones.

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